El trastorno limítrofe de personalidad (TLP) o trastorno borderline

En la experiencia que tenemos en nuestra práctica profesional, el trastorno limítrofe de la personalidad (TLP), es tal vez uno de los malestares más difíciles de tratar por todas las dificultades que presenta.

¿Cuáles son las características de este malestar?

El malestar se caracteriza por lo siguiente:

1. Es un trastorno mental…

Los trastornos mentales son enfermedades de la mente. Están producidos por muchas causas, las cuales pueden ser genéticas, ambientales, sociales, culturales, de género y/o por las decisiones que tomamos. 

En cierta forma, los trastornos mentales son semejantes a las enfermedades físicas, pues tienen un funcionamiento propio que es independiente de la voluntad. Nadie en su sano juicio le diría a una persona que está con fiebre “ya no tengas fiebre, haz que la fiebre se te vaya”. Lo mismo sucede con los trastornos emocionales: a una persona no se le va a desaparecer la angustia, la depresión o la desesperación simplemente porque usted le dice “ya no estés triste, angustiado o desesperado”.

2. …de la personalidad

El trastorno limítrofe de la personalidad es una enfermedad de la personalidad. La personalidad es la forma de pensar, de sentir y de comportarse que se mantiene a lo largo del tiempo y en diferentes circunstancias. Esto significa que la enfermedad afecta a la persona y ese cambio se mantiene a lo largo del tiempo, en diferentes situaciones, en su forma de pensar, de sentir y de actuar.

3. La forma de ser de la persona es inestable o inconstante

Hay inestabilidad en las emociones. La persona puede cambiar de un ánimo bueno a uno irritable, o sentirse muy mal, con mucha angustia, tristeza y desesperación en cuestión de minutos. Estos cambios de ánimo pueden producirse a veces por cosas insignificantes y, otras veces, por experiencias relevantes, por ejemplo, que alguien importante para la persona se demore en llegar o sufrir un abandono real.

Hay inestabilidad en las relaciones interpersonales. Por ejemplo, la persona puede sentir, al inicio, que su enamorado es una persona fantástica que tiene muchos detalles con ella, y sentir después que es desconsiderado o muy malo por no mostrar el mismo nivel de sacrificio o interés.

Hay inestabilidad en la propia imagen. La persona puede evaluarse a sí misma como una persona muy valiosa e interesante, para luego pensar que es una persona que no vale pena para nada y que mejor estaría muerta. Puede tener intensas dudas vocacionales o no saber qué hacer con su vida.

Hay inestabilidad en los impulsos. La persona puede buscar hacerse daño, gastar el dinero que no tiene, consumir drogas, cortarse, ser excesivamente liberal en la sexualidad o manejar de manera imprudente. 

 

¿Cómo puedo saber si estoy sufriendo de este malestar?

Para diagnosticar el trastorno limítrofe de la personalidad, se requiere tener cinco o más de los siguientes síntomas(1):

1. Esfuerzos desesperados o frenéticos para evitar ser abandonado por una persona importante. El abandono puede ser real o producto de la imaginación o de la exageración de la manera de pensar de la persona.
2. Una forma inestable de relacionarse con los demás. Las personas son sobrevaloradas al poco tiempo de conocerlas y se les exige una relación muy íntima y cercana. Las personas con TLP dedican mucho tiempo a esta relación, esperando ser correspondidas de la misma manera. Luego, cuando las expectativas no son colmadas, devalúan por completo a la persona.
3. Una forma inestable de relacionarse consigo misma. Así como la valorización de los demás pasa por un sobrevaloración y luego una devaluación, de la misma manera sucede con la propia persona. Esta se ve a sí misma como una persona fantástica para luego pensar y sentir que es insignificante y desagradable. Se tiene una mala autoestima, no se conoce a sí misma, no se acepta y se maltrata. Hay cambios de metas, de valores y de intereses vocacionales. Inclusive puede haber cambios de la identidad sexual.
4. Impulsividad por lo menos, en dos áreas que pueden producir daño a sí mismo(a):
• Gastar dinero de manera exagerada y poco sensata
• Mal uso de la sexualidad
• Abuso de alcohol o de drogas, u otras adicciones (por ejemplo, el juego)
• Manejo temerario
• Atracones de comida
5. Constantes amenazas, gestos o intentos de suicidio (que llegan, en ocasiones, a su consumación), o cortes, automutilaciones o quemaduras del cuerpo. Muchas veces, estas acciones suceden cuando se experimenta un abandono real o imaginario.
6. Afecto inestable, desagradable o cambiante. Reacciona fácilmente a cualquier cambio del ambiente, aunque sea pequeño e insignificante. Este afecto desagradable puede durar horas y algunas veces días. Puede ser irritable, angustiante o con disforia. La disforia consiste en que la persona se siente muy mal, con una mezcla de depresión, cólera, ansiedad o desesperación. Esta disforia puede empujar a la persona a matarse. 
7. Sentimiento crónico de vacío o el sentimiento de que uno es una persona inútil que no sirve para nada. De hecho, la persona puede ser muy valiosa, pero el sentimiento no obedece a la realidad del mundo, sino solo a su realidad mental.
8. Cólera intensa o inapropiada, o dificultad para controlar la cólera, con rabietas o con peleas físicas.
9. Cuando hay estrés, la persona se vuelve malpensada. Cree que las personas están en su contra o la quieren dañar (ideas paranoides). También puede sentir que las cosas a su alrededor son irreales (desrealización) o que ella misma es irreal (despersonalización). Asimismo, puede padecer amnesia parcial o sonambulismo, terror nocturno o alucinaciones (síntomas disociativos).

En general, la persona que sufre TLP pareciera buscar acciones que le generan bienestar o "adrenalina" (comer de más, enamorarse intensamente, atracones de comida, manejar temerariamente, gastar dinero que no se tiene) para combatir la disforia o el malestar que experimenta.

Es importante que un especialista en salud mental haga un diagnóstico del malestar y lo confirme. Para ello, acuda donde un especialista de su confianza. Asimismo, es necesario descartar la presencia de otros males como enfermedades de la tiroides, infecciones (es necesario un hemograma completo) y lesiones cerebrales (una TAC u otro examen que el médico sugiera). Es conveniente tener la opinión de varios especialistas (psiquiatra, médico internista, psicólogo clínico, psicoanalista, etc.) que confirmen o descarten el malestar.

¿Qué se puede hacer para combatir el malestar?

Las siguientes acciones se recomiendan enfáticamente para combatir y reducir el malestar:

1. Primero que nada, se debe aceptar que se tiene el malestar y que probablemente no desaparecerá, aunque, con el tiempo y esfuerzo, irá disminuyendo. Debemos comprender que nosotros no tenemos la culpa de estar enfermos, que no hemos buscado deliberadamente la enfermedad, sino que, simplemente, la tenemos. Sin embargo, sí somos responsables de buscar una solución. Si usted tiene el malestar TLP y está leyendo estas líneas, ¡bien! Está en el camino correcto. Está buscando hacer algo por usted.
2. Se debe aprender mejorar la autoestima.  El tener una buena autoestima atraviesa por conocerse a uno(a) mismo, aceptarse con sus defectos y virtudes, y quererse, pese a tener los defectos más espantosos posibles. Aunque parezca paradójico, si yo me reconozco y me acepto con los defectos que tengo, mi autoconocimiento aumentará, mi autoestima mejorará y el malestar empezará a disminuir. Si no me acepto y no me reconozco con los defectos que tengo, mi autoconocimiento disminuirá, mi autoestima empeorará y el malestar aumentará. Me pondré más enfermo(a) y entonces me querré destruir y desaparecer. ¡El aceptar que tengo un problema es el primer paso para solucionarlo!
3. Se debe comprender que el malestar es crónico (constante) y, por tanto, requiere medidas permanentes. Esta no es una batalla de un solo día, sino una maratón de toda la vida.
4. Se debe procurar cambiar la personalidad. Si esta enfermedad ataca mi personalidad, entonces mi tarea es cambiarla en todas aquellas cosas que hacen que la enfermedad se manifieste. En el caso particular de la personalidad limítrofe, el rasgo en cuestión es la inestabilidad. Ello significa que debo buscar una estabilidad y constancia en todas aquellas actividades diarias que me van a volver más sano(a) emocionalmente, más maduro(a) y más estable, como las que se señalan a continuación:
• Ejercicio físico aeróbico por lo menos 30 minutos de lunes a domingo. Hay varios estudios que indican que la disforia se puede producir artificialmente si se bloquean los receptores del placer del cerebro. Cuando hacemos ejercicio físico aeróbico, o besamos, abrazamos, tenemos relaciones sexuales o nos hacen un masaje, generamos una sustancia que se llama endorfina. Como su nombre lo indica, es una morfina interna, el neurotransmisor de la alegría y la felicidad, es decir, de la euforia, justamente lo opuesto a la disforia. Se obtiene esta sustancia cuando se hace ejercicio aeróbico y la persona se agita y le falta la respiración. Por lo tanto, para combatir este malestar, es indispensable que todos los días, de lunes a domingo, se haga 30 minutos diarios de ejercicio físico aeróbico. Se debe hacer hasta que la persona se agite y se canse, y se debe hacer justamente cuando se tenga menos ganas, y con mayor intensidad y frecuencia cuando se está sintiendo la disforia. Si es necesario, se puede hacer tres veces al día.
• Una alimentación balanceada constante y sana. La depresión es una enfermedad asociada de manera muy constante al TLP. Vaya donde el nutricionista y pídale una dieta para combatir la depresión. Haga que sus alimentos sean sanos y tómelos todos los días a la misma hora. No coma alimentos entre sus comidas. Hay estudios que indican que el TLP disminuye cuando se recibe ácido graso Omega-3 (2) y, al parecer, la ausencia de vitamina B12 es otro factor relacionado con el malestar. Por ello, ingiera pescado de carne negra, que contiene justamente Omega 3 y vitamina B12. Tome suplementos de B12, Omega 3 y ácido fólico. Al parecer, la hierba luisa también tiene efectos positivos. En otra entrada de este blog, hay una lista de alimentos que combaten la depresión. ¡Úsela!
• Meditación, relajación y afirmaciones positivas diarias. El TLP se manifiesta con más intensidad cuando hay estrés y tensión. Por lo tanto, es indispensable combatirlos. Tome clases de yoga o de meditación, y realícelos todos los días. Es clave hacer de 15 a 30 minutos de estos ejercicios todos los días. Hágalos con más intensidad cuando se sienta mal y úselas para combatir los sentimientos desagradables que vaya a experimentar. Realice afirmaciones positivas sobre usted mismo todos los días. Cuando esté relajado y meditando, repítase para usted mismo: “Me acepto, me quiero, me quieren”. La idea es que en su mente se empiece a construir otro yo que, en lugar de reproche y castigo, tenga perdón, aceptación y piedad de sí mismo(a).
• Tenga una fe significativa, importante y diaria que cambie su vida. El sentimiento crónico de vacío se combate con fe: creer en alguien o algo que está por encima de uno mismo, esto es, Dios, Jesucristo, Alá o las fuerzas del universo. Ríndase ante ese poder superior y suelte las riendas de su vida a ese poder. Entienda que usted no puede hacerlo todo, que el malestar es más que usted. Abandónese a esa fe. Ello le dará la paz que eliminará el vacío crónico. Es indispensable una resurrección espiritual completa que nos libere de estos miedos y temores, y saque lo mejor que tenemos en nuestra mente y alma al estar en contacto con esa fuerza superior. ¿Y si no creo en nada? No importa. Igual hágalo, aunque no crea. Su mente poco a poco dará espacio para que la fe crezca y se aleje el sentimiento de vacío interno que lleva a la desesperación y la disforia. Nuevamente, busque diariamente el contacto con esa fuerza que está por encima suyo y suéltese a ella.
• Hábitos de limpieza y arreglo diarios. La autoestima se mejora haciendo cosas que pueden parecer tontas, pero que son claves. Levántese y acuéstese todos los días a la misma hora. Procure dormir de seis a ocho horas diarias, ni más ni menos. Deje su habitación arreglada y su ropa lista para el día siguiente. No tenga cosas rotas, maltratadas o sin usar a su alrededor. Tenga un ambiente limpio, ordenado y que huela bien. Báñese todos los días a la misma hora y límpiese los dientes siempre después de cada comida. Esté siempre con ropa limpia y en muy buenas condiciones. Échese un perfume que le guste. Si es mujer, píntese y arréglese. Si es varón, cuide su aspecto personal. Salga con los zapatos lustrados y bien compuesto.
• Tenga conductas sanas. Manténgase abstinente de todo tipo de droga o adicciones al licor, marihuana, coca, juego, comida, etc. Si se da cuenta de que tiene una adicción, ¡este es el momento de combatirla! En este blog hay una entrada sobre las adicciones y los grupos de autoayuda. Siga los pasos que allí se sugieren.
• Relaciones humanas. Mantenga a los buenos amigos y sea tolerante con sus defectos. No pelee con ellos porque usted se haya puesto a la defensiva. Reconozca sus propios defectos con humildad, sinceridad y rapidez. ¿Cuáles son buenos amigos? Los que le sugieren que no se dañe, que no consuma drogas, los que se molestan o se angustian cuando usted está mal. Cultive su amistad, llámelos por sus cumpleaños; no los llame sólo cuando usted se sienta mal. Sea generoso sin esperar una retribución a cambio. Si usted les da algo esperando recibir exactamente lo mismo que dio,eso no es amistad, sino interés.
• Cambie la manera como está enfocando la forma de relacionarse con los demás. El libro de Dale Carnegie “Cómo ganar amigos e influir sobre la gente”(3) es una guía psicológica clave que explica cómo funcionan las personas. Léalo y aplíquelo. Las personas son como son y ni usted, ni yo ni nadie tiene ni el poder ni el deber de cambiarlas. Es una tarea que le toca a cada cual. Somos seres libres que tenemos libre albedrío. Es algo que tenemos que reconocer y aceptar. Entender esta idea es la clave para desactivar los constantes ataques de cólera y rabia. El libro de Wayne Dyer “Tus Zonas Erróneas” también nos ayuda en esta tarea(4).
• Usualmente, las personas con TLP tienen cólera contra las personas, entre otras razones, porque estas no cumplen sus expectativas. En realidad, es al revés: lo que les da cólera son ellas mismas, y sus propios defectos y maldades, las cuales ven reflejados en el otro. Al no poder cambiarlos en ellas mismas, quieren cambiarlos en las personas que las rodean.
• Relaciones amorosas. Una de las características claves del malestar es que la persona siente una desesperación “loca” ante el sentimiento o idea, real o falso, de dejar de ser querido o ser abandonado. En realidad, es nuevamente al revés: el problema fundamental es que la persona con TLP no se está queriendo bien porque no se conoce, no se acepta bien y no reconoce que tiene un malestar. Por ello, piensa con “locura” que es la otra persona la que no la quiere y la va a dejar, cuando, en realidad, es ella misma la que no se quiere, y desea eliminarse o dejarse matar.
• Amarse es conocerse, reconocerse, aceptarse y tratarse bien. Es el paso previo para amar a otro. Amar a otro es conocerlo, reconocerlo, aceptarlo y tratarlo bien. Es tratarlo bien en cosas tan básicas como escuchar democráticamente su opinión y respetarla justamente porque no es la misma que tengo yo. El libro “El arte de amar” de Erich Fromm nos da pautas claves para poder amar bien. Léalo y aplíquelo(5).
• No busque una persona que le ame. Trátese bien a sí mismo y luego busque una persona a quien amar. La idea no es conseguirse un buen partido, sino ser uno mismo un buen partido.
• A menudo, como dijimos líneas arriba, la persona con TLP idealiza la relación amorosa. Siente y piensa que es la relación de su vida y le dedica un tiempo enorme, descuidándose a sí misma a las pocas horas de haberse dado el primer beso.
• Vaya con la relación amorosa a paso lento. Nunca deje de hacer las cosas que son buenas para usted misma(o) como el ejercicio físico, la meditación, el comer sano, su terapia, su trabajo, etc. Si usted deja de hacer lo que le toca hacer por “amor” a otro, esto es un indicador de que no es amor. Seguramente es un síntoma de la enfermedad.
• Sexualidad. Use la sexualidad como una extensión del amor, no como arma para destruirse. Tenga relaciones sexuales como la culminación de una relación de amor. Evite tener relaciones sexuales sin usar un preservativo. No caiga en conductas que lo expongan a que los demás le hagan daño, como relaciones esporádicas, inconstantes y de poca importancia amorosa.
• Manejo del dinero. Tenga un presupuesto y cíñase a él. Tenga en el presupuesto una cantidad destinada al ahorro y a las eventualidades. Use el dinero como un instrumento para estar bien y no como un instrumento para calmar su angustia y destruirse. Lo mejor es encontrar actividades que generen euforia de manera sana (ejercicio físico, meditación, experiencias religiosas), justamente con el fin de combatir la disforia.
5. Se debe buscar ayuda profesional. Para ello, puede recurrir a las siguientes herramientas: 
• Psicoterapia. El poder tener alguien de confianza con quien poder hablar de las dificultades que experimenta es un instrumento valioso para la recuperación. Tener sesiones interdiarias en los primeros meses de reconocimiento del malestar es una buena primera aproximación. Un profesional que haya tenido experiencia en casos de TLP es una muy buena idea.
• Medicamentos(6). Estos deben ser administrados solo por un médico o un psiquiatra especializado. Debe tener en cuenta que la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos no ha aprobado ningún medicamento para tratar el TLP, aunque hay algunos estudios que indican que ciertos medicamentos son efectivos contra este malestar(7).
• También se sabe que algunos medicamentos, al parecer, hacen daño y no se deben tomar: ansiolíticos como el alprazolam (Alplax, Tafil, Trankimazin, Xanax) y antidepresivos como la amitriptilina (Tryptizol, Laroxyl, Ssarotex, Elavil).
• Los medicamentos que sí tienen efectos positivos son los siguientes:
• Antidepresivos: la fluoxetina (Prozac) en dosis diarias de 20 mg., la clomipranina (Anafranil) o la sertralina (Zoloft) combaten la depresión que está relacionada con el TLP y pueden ser de ayuda importante. Hay que esperar un tiempo prudencial de tres meses en adelante para apreciar el efecto del medicamento. A veces, a una persona le sienta bien un medicamento y, sin embargo, le hace daño a otra.
• Neurolépticos: son medicamentos que combaten las ideas “locas”. El halopedirol (Haldol), thiohixeno (Navan), olanzapina, clozapina o risperidona pueden ayudar a combatir las ideas falsas.
• Anticonvulsionantes: el topiramato, la oxcarbazepina1 o la carbamacepina pueden ayudar a controlar la conducta impulsiva de hacerse daño.

 

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 (1) American Psychiatric Asociation, 2013. Diagnostic and Statisticcal Manual of Mental Dissordes DSM-5. Washington, DC: American Psychiatric Publishing.

(2) Zanarini MC, Frankenburg FR. omega-3 Fatty acid treatment of women with borderline personality disorder: a double-blind, placebo-controlled pilot study. Am J Psychiatry. 2003 Jan;160(1):167–9

(3) Carniage, Dale. 1964. ¿Cómo ganar amigos e influir sobre la gente? México: Piragua.

(4) Dyer Wayne. 1976. Tus zonas erróneas. USA: Randomn House Mondadori

(5) Fromm, Erich. 2000. El Arte de Amar. Buenos Aires: Paidos.

(6) Heller, Leland M. 1991. El desorden de la personalidad ¨borderline¨ nuevos conceptos de gestión. (artículo para Médicos de Cabecera). Disponible en https://www.angelfire.com/or2/espanol/2a.html

(7) Binks CA, Fenton M, McCarthy L, Lee T, Adams CE, Duggan C. Pharmacological interventions for people with borderline personality disorder. Cochrane Database Syst Rev. 2006;(1):CD005653.