Cada vez que usted ve una página pornográfica, crea una demanda: hace que la sociedad busque a una mujer o una persona para que se prostituya y satisfaga su demanda. Usted se convierte en la persona necesaria para la existencia de la prostitución-pornografía, y para la degradación y destrucción de mujeres, niñas, niños y hombres.
Veamos algunos puntos importantes en relación a la pornografía-prostitución:
- La pornografía crea una demanda por prostitución filmada.
- La prostitución es la consecuencia de problemas y sufrimiento, muchas veces infantiles. Ninguna niña pensó que le gustaría ser prostituta de grande.
- La pornografía es parte de la prostitución y del tráfico de personas. El tráfico de personas da servicio a los burdeles, casas de citas o la calle.
- Cuando usted ve pornografía, está contribuyendo a la trata de personas y provocando que niñas sean secuestradas y dedicadas a la prostitución.
- La pornografía no es una comunicación erótica saludable. Implica y da los siguientes mensajes:
- El sexo necesita la dominación de alguien sobre alguien, generalmente del hombre sobre la mujer.
- En las galerías de pornografía convencionales encontramos temas como violación, humillación, abuso, sadismo, masoquismo, castigo físico, asfixia, llanto, electrocución, rituales diabólicos, sexo con jovencitas o mujeres que dan la apariencia de niñas impúberes. Mayormente son las mujeres la que sufren este trato. No se plantea la sexualidad como lo que realmente es: intercambio con las personas, cortejo, tocamiento, miradas, olor, feromonas, conexión emocional, sentimientos, valores, trascendencia, espiritualidad.
- En la mayor parte de los casos, la pornografía presenta actos sexuales, pero, por las exigencias de la filmación (los genitales y la penetración es el foco de interés de la pornografía), los actores no se pueden dar caricias, abrazos, tocamientos, besos, risas y el afecto tierno que, en un acto sexual normal, sí se darían..
- El sexo se basa en la hipocresía. Las prostitutas y prostitutos fingen que estas prácticas sexuales son agradables cuando, en realidad, hay información relevante que informa que no es así.
- Los hombres solo valen por el sexo, no ellos como personas. Para la pornografía, no cuenta que un hombre sea tierno, fiel, afectuoso, amoroso, gentil, caballero, sacrificado o gracioso. Solo cuenta si tiene un enorme pene permanentemente erecto y lleno de esperma que penetra, destruye o daña el cuerpo y la mente de la mujer.
- Las mujeres solo valen si es que pueden despertar el deseo sexual. No hay interés en cuán tierna, fiel, afectuosa, amorosa, gentil, dama, hábil, solidaria, graciosa o inteligente sea. Las mujeres reciben de la cultura pornográfica el mensaje que solo son mujeres válidas si tienen enormes senos y nalgas, cinturas estrechas y un cuerpo delgado que no existe en la realidad de la mayor parte de las mujeres, sino solo en la fantasía pornográfica o de la cirugía plástica.
La pornografía no solo daña a la gente joven; daña a todos. Así como tenemos cuidado con nuestro cuerpo al comer, evitando venenos o comidas que nos dañen como grasas o azúcares, así también debemos tener mucho cuidado con lo que metemos en nuestra mente. Cuando se ve pornografía, se ingresa toda la información planteada anteriormente. Esto es posible porque somos seres llenos de simbolismos y deseos. Cada vez que nosotros nos exponemos a las noticias, a la TV o a las películas, metemos deseos e historias en nuestra mente que nos afectarán e influenciarán más si no somos conscientes de estas.
Por ejemplo, imaginemos que escuchamos la oferta electoral de un político: “Les daré a todos los peruanos, como regalo de fiestas patrias, un aguinaldo de S/3,000”. Inmediatamente, nuestra mente se afecta con deseos en relación a la noticia. Entonces, podremos pensar cosas como“este un demagogo”, “¿de dónde va sacar la plata?”, “solo promete para ganar y luego robar”, “¿qué me compraría con los S/3,000 soles”, entre otras.Nuestra mente ocupa tiempo, espacio y deseo para llenar y terminar la historia o rehacerla, muchas veces como protagonista. Y lo mismo sucede con la pornografía. Por lo tanto, la pornografía afecta a la mente como un poderoso veneno, aún si se ve por poco tiempo o en pequeñas dosis, y convierte a la persona en algo que esencialmente no es. Actualmente, al estar la pornografía tan difundida por la Internet, observamos que la mayor parte de chicos a los 10 años ya ha visto pornografía y que los muchachos de 12 años la consumen de forma regular.
La pornografía tiene un efecto adicto y paralizante. El efecto es adictivo porque genera tolerancia (acostumbramiento). Cuando las personas ven un tipo de pornografía suave, ya no le produce excitación. Se aburren de lo que están viendo y desean pornografía más dura y más aberrante, lo cual consume más tiempo y más espacio en su cerebro. El deseo por parejas nuevas y la rapidez de la Internet hace que la pornografía se convierta fácilmente en adictiva por el efecto Coolidge (deseo por parejas nuevas).
Además, la pornografía produce fácilmente adicción, porque el cuerpo humano, especialmente el de los varones, está preparado genéticamente para tener la mayor cantidad posible de relaciones sexuales y asegurar así la reproducción de sus genes. Por ello, es fácil que se puedan volver adictos a la pornografía, a diferencia de las drogas o del alcohol, a los cuales solo un 10% desarrollan adicción.
El buscar la novedad produce un aumento constante del placer al estimular el centro nervioso del placer (área tegemental ventral-ATV) y unaumento constante e irreal de dopamina (el neurotransmisor del placer) y de Delta FosB, que es una proteína clave en todos los procesos adicción y de recompensas naturales. En el caso de la pornografía, las personas, tras un tiempo consumiendo este contenido, ya no obtienen placer con las escenas normales de sexualidad y solo las pueden obtener con una dosis más alta de pornografía. Las consecuencias de ello son la impotencia y el uso de sildenafil en hombres jóvenes.
Como todas las adicciones, la pornografía produce aislamiento social, soberbia, agresión y falsedad. Inclusive, algunos autores piensan que problemas emocionales como el déficit de atención, la ansiedad social, la depresión, la ansiedad por el logro y el trastorno obsesivo compulsivo pueden estar influenciados por la pornografía.
Asimismo, la pornografía daña la autoestima de los hombres porque no tienen el pene grande y permanentemente erecto que presenta la pornografía; por ello, se paralizan y se sienten mal.
También daña la autoestima de la mujer porque le hace pensar que solo ella es válida como mujer si tiene un cuerpo flaco y voluptuoso. También las afecta porque, por complacer a sus parejas, mandan fotos o videos pornográficos que luego son usados para extorsionarlas, venderlos en el mercado o subirlos a las redes sociales. Estas redes, en lugar de censurar al hombre por su maldad, censuran y “putifican” a la mujer por su conducta. Las chicas incurren en suicidio, aislamiento, depresión, baja en la autoestima o fobia social. Además, una muy buena parte de los pedófilos empezaron viendo pornografía suave para terminar con pornografía dura y luego con el abuso infantil.
El feminicidio no es otra cosa que la exacerbación del sometimiento de la mujer planteado ya por la pornografía.
Cuando las personas desean dejar la pornografía-prostitución, se presenta el llamado síndrome de abstinencia. Esto es una serie de síntomas y signos que se producen al dejar la adicción. En el caso de la pornografía, los síntomas son los siguientes:
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Depresión
- Insomnio
- Agitación
- Hiperactividad
- Hipersensibilidad
- Ira
- Aburrimiento
- Malestar físico y emocional
Los usuarios son la causa necesaria de la prostitución-pornografía. Cada vez que alguien tiene la demanda de una prostituta, crea la oferta de la prostituta y del proxeneta, y hace que la persona se degrade y se afirme en tal rol de prostituta. Cada vez que un usuario de Internet escoge una opción del menú de la web porno, crea la demanda por la prostitución-pornografía en general y, en específico, por un tipo de pornografía. Por ejemplo, si a los hombres solo les gustaran las mujeres gordas, morenas, de 50 años, entonces existiría una gran demanda del mercado y se buscarían mujeres de ese tipo para actrices porno. Si, en cambio, no existiera demanda por pornografía-prostitución, no existiría oferta y no habría prostitución ni pornografía como sucede en Suecia.
Efectos de la pornografía en los actores y actrices
La pornografía-prostitución produce enajenamiento en las actrices y actores, cuyo ser multidimensional se ve diseccionado de su totalidad y se convierte en un pedazo de carne y en una performance sexual.
Por cada actriz o actor porno exitoso económicamente (que muchas veces terminan con enfermedades venéreas, adicciones, enfermedades mentales, fracaso económico o la muerte por asesinato del proxeneta o del novio, o suicidio), tenemos cientos de miles de mujeres y de hombres que no logran el estrellato y éxito económico, pero sufren las mismas consecuencias que muchas estrellas porno, como enfermedades, adicciones y muerte.
Muchas no llegan a los 50 años de edad y terminan prostituyéndose en calles y burdeles. La prostitución es la muerte social. A los consumidores, causantes necesarios de la prostitución-pornografía, la sociedad los ve benignamente en muchos casos; sin embargo, a las prostitutas se le mata socialmente y se les aísla del contacto social, cuando son los consumidores los causantes de la prostitución-pornografía. Por ejemplo, ¿usted cree que alguien podría decir con orgullo: “Te presento a mi mamá/hija/pareja/esposa. Ella es prostituta”?. La prostitución es vista socialmente como un estigma, una mancha, un pecado, una falta y una degradación; sin embargo, a escondidas e hipócritamente, como sucede con buena parte de las adicciones, la misma sociedad, a manos mayormente de los hombres, busca, consume y fomenta la pornografía-prostitución.
Cuando las personas dejan la pornografía y desaparece el síndrome de abstinencia, cuentan con un mejor funcionamiento sexual y una mayor productividad, y desaparece la ansiedad y fobia social.
Los jóvenes se pueden demorar unos 5 meses en recuperarse de la adicción a la pornografía, a diferencia de las personas mayores, a las que les puede tomar 2 meses.
Por favor, cada vez que ve pornografía o contrata servicios sexuales, piense en lo siguiente:
¿Desea ser usted el causante del dolor a esas mujeres y personas?
¿Desea usted hacer que ellas se suman en la degradación, en la muerte social, psicológica, espiritual y física?
¿Quiere usted ser un asesino?
Usted tiene el poder para liberar a las personas de esa esclavitud sexual, sacando la pornografía y la prostitución de su vida. De esa forma, se liberará a usted y a los demás.
En este mismo blog, busque la entrada “Las adicciones y los grupos de ayuda”, donde podrá encontrar información que le podrá ayudar si desea dejar la pornografía.
Referencias:
Gavrieli, Ran. Why I stopped watching porn.
Wilson, Gary. The great porn experiment.
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