El amor y el enamoramiento

Quiero escucharte y que me escuches.

Quiero que, en lugar de criticarnos, nos acojamos con afecto.

Quiero que, en lugar de juzgarnos, nos pongamos en el lugar del otro.

Quiero que, en lugar de pelearnos, estemos en paz.

Quiero que, en lugar de alzarnos la voz, sintiéramos la dulzura de nuestras palabras.

Quiero que, en lugar de discutir, podamos intercambiar y aceptar nuestras ideas y sentimientos diferentes y parecidas como somos tú y yo.


Estas líneas de arriba resumen lo que pensamos sobre el amor. Muchos seres humanos confundimos el enamoramiento con el amor. 

El paradigma del enamoramiento está representado con Julieta y Romero. Si la persona de la que estoy enamorado no está, mi vida no tiene sentido. El enamoramiento es posesivo y llevado a extremos intensos pueden llegar a ser destructivos y asesinos. El enamoramiento es temporal y está guiado por la dopamina, el neurotransmisor del placer. Es impaciente, es loco, busca la fusión completa con la otra persona. Desconoce a la persona de la que se está enamorado en sus defectos y, si los percibe, no le importa. Sucede de manera imprevista, visceral e inconsciente: uno se ve sometido ante ella y se esclaviza, busca imponer su enamoramiento sin importar lo que piensa o siente el otro. En el refrán "en el amor y la guerra todo vale", en realidad, se está hablando sobre el enamoramiento, que busca hacer de todo para imponer mi voluntad enamorada.

El amor, en cambio, es opuesto en muchos sentidos. El amor esta guiado por el neurotransmisor oxitocina. Es paciente, disciplinado, sensato, libre. Busca conocer a la persona y crear una alianza con ella. Implica la  aceptación. Está guiado por la voluntad. Implica necesariamente amarse a sí mismo y, por tanto, buscar el bien de uno mismo y del otro.


¿Soy alcohólico o alcohólica? ¿Cómo puedo saber si la persona que quiero se está convirtiendo en alcohólica?

Algunos de nosotros, al día siguiente de haber tomado de más, nos preguntamos “¿no se me está saliendo de las manos el licor? ¿Y si soy alcohólico?. Las mismas preguntas se puede hacer una persona que convive con otra que toma demasiado: “¿no será alcohólico mi esposo, mi hija?. 

En primer lugar, tengamos en cuenta que convertirse en alcohólica o alcohólico es un fenómeno complejo y, en muchos casos, puede tomar años. Sin embargo, sí hay maneras de saber si yo soy alcohólico o alcohólica, o saber si la persona que quiero es alcohólica o está en proceso de convertirse en una.

Los psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas y asistentas sociales han establecido, ya desde hace algún tiempo, una lista de criterios para establecer si una persona es alcohólica.

  • El primer criterio es que, tarde o temprano, a una persona alcohólica va a perder el control y se va a terminar emborrachando. Esto significa que alguien puede estar años sin tomar, pero basta que un día levante la primera copa para que todos los demonios del licor, que han estado guardados durante días, semanas, meses o incluso años, se despierten con un furor incontenible, sedientos de tomar control de la persona y la someta, muchas veces a pesar de sí misma. En ese sometimiento, el licor hará que la persona se comporte de manera desagradable (de una manera que hace tiempo no sucedía porque estaba sobria); que haga cosas horrorosas o feas de las que al día siguiente, por supuesto, se va a arrepentir y prometa (falsamente) que nunca más va a volver a tomar. De ello deducimos que, si una persona toma todos los días solo un vaso de licor y no se emborracha, entonces lo más probable es que no sea alcohólica.
  • Un segundo criterio para saber si una persona es alcohólica es que esta sienta la necesidad de querer disminuir o cambiar la manera en la que está tomando alcohol, porque su consumo de licor le está trayendo problemas.
  • Un tercer criterio es que uno se sienta culpable por las cosas que hizo o dejó de hacer por tomar licor.
  • Un cuarto criterio es que uno se sienta fastidiado cuando alguien critica su forma de tomar; es decir, no quiere que le digan nada sobre cómo toma,o que le digan, por ejemplo, que debe tomar menos o que se está emborrachando.
  • El quinto criterio es que, al día siguiente de haber tomado, la persona sienta la necesidad de tomar una copa más para "cortarla" o para "templar los nervios".

Basta con cumplir el primer criterio y tener por lo menos dos de los otros cuatro para pensar que es muy probable que usted o su ser querido sea alcohólico o esté teniendo serios problemas con el alcohol.

Otra manera para poder probar si usted es alcohólico o alcohólica es intentar tomar con moderación. Si a lo largo de un año  logra tomar con moderación, entonces podemos pensar que usted o su ser querido no es alcohólico o alcohólica.

¿Qué es tomar con moderación?


Una de las formas de tomar con moderación es tomar usando la regla del cuatro. ¿En qué consiste la regla del cuatro?

  1. Tomo un vaso de licor largo o un trago corto con poco contenido de alcohol.
  2. Tomo un vaso de agua.
  3. Como algo de comida.
  4. Espero una hora de tiempo, mientras bailo o converso.

Al cabo de una hora desde que tomé el primer vaso de licor, repito la secuencia y puedo hacerlo repetirla hasta cuatro veces durante toda la noche. Si puedo aferrarme a esta regla del cuatro y no emborracharme, lo más probable es que no sea alcohólico. En cambio, si termino tomando un quinto trago o me emborracho, lo más probable es que esté teniendo problemas con el alcohol o esté camino a convertirme en alcohólica o alcohólico.

Por supuesto, si usted está tomando medicación psicotrópica (ansiolíticos, antidepresivos u otros), lo más adecuado es que no tome licor. El licor va a potenciar los efectos secundarios de los medicamentos y, al mismo tiempo, los medicamentos van a hacer que el licor se vuelva más potente. Inclusive hay algunos trastornos, como el trastorno bipolar, en los cuales la fase maníaca se puede activar con el licor.

Para terminar, hasta hace poco, se pensaba que el alcohol, bebido en pequeñas cantidades (por ejemplo, una copa de vino diaria) era beneficioso para la salud. El hermoso proverbio italiano nos hablaba así de los beneficios del vino, afirmando que daba salud a quien lo tomara con moderación ("Chi beve un bicchiere di vino davanti la minestra, saluta al medico dalla finestra). Las malas o buenas noticias (según se quiera mirar) es que, según los últimos estudios, se ha podido establecer que el licor, sin importar la dosis, afecta a la sustancia gris del cerebro (la encargada de los procesos más complejos y complicados) . De hecho, en dos importantes estudios, uno con más de 20 mil participantes y otro con más de 30 mil, se ha podido establecer que el alcohol, sin importar si es un trago corto o largo, hace el cerebro más pequeño. Además,  cuanto más licor se ingiere, el cerebro se encoge no de forma proporcional, sino de forma exponencial (1, 2).

Por ello, me imagino que, de aquí a algún tiempo (muchas decenas de años), cuando la sociedad termine de asimilar estos descubrimientos, el licor pasará a ser considerado socialmente un perjuicio y terminaremos brindando con jugos de frutas.


Referencias:

Nature Communications. 4 de marzo de 2022. “Associations between alcohol consumption and gray and white matter volumes in the UK Biobank”. Doi: 10.1038/s41467-022-28735-5. 

Anya Topiwala, Klaus P. Ebmeier, Thomas Maullin-Sapey, Thomas E. Nichols . 2021. "No safe level of alcohol consumption for brain health: observational cohort study of 25,378 UK Biobank participants". https://doi.org/10.1101/2021.05.10.21256931   

¿Qué hábitos o actividades mejoran nuestra salud psicológica?

Que usted mejore atraviesa por un trabajo constante y permanente. Pretender mejorar instantáneamente es como querer obtener una excelente condición física con solo ir un día al gimnasio. Recordemos que la mente es semejante a un músculo: requiere entrenamiento diario para que pueda mejorar, más aún si está pasando por un mal momento psicológico o tiene un trastorno mental.

Algunas de las actividades que se sugieren son pasivas. Solo requieren de disponer el tiempo y dedicación para hacerlas (masajes, luz solar, comer ciertos alimentos). Algunas, como los masajes, requieren una inversión económica.

El cuadro de abajo presenta actividades que le pueden ayudar con su salud mental. Le sugiero que empiece por una sola actividad, la que le guste más o la que piense que puede hacer con facilidad, o la que esté más relacionada con aquello que desea mejorar con más anhelo. Si le parece que el tiempo que se le pide es demasiado, haga la actividad por un tiempo más breve, pero haǵala todos los días. Luego de que haya podido hacer la actividad con ese tiempo reducido de manera constante por lo menos por unos 10 días, incremente el tiempo de la actividad. Por ejemplo, si le sugieren que haga 20 minutos de meditación dos veces al día y a usted le parece mucho, empiece con cinco minutos diarios dos veces al día. Cuando haya logrado esta meta durante diez días, aumente el tiempo de meditación a 7 o 10 minutos por sesión. Una vez que haya dominado una actividad, puede incluir otra.   



La pornografía

Cada vez que usted ve una página pornográfica, crea una demanda: hace que la sociedad busque a una mujer o una persona para que se prostituya y satisfaga su demanda. Usted se convierte en la persona necesaria para la existencia de la prostitución-pornografía, y para la degradación y destrucción de mujeres, niñas, niños y hombres.

Veamos algunos puntos importantes en relación a la pornografía-prostitución:

  1. La pornografía  crea una demanda por prostitución filmada.
  2. La prostitución es la consecuencia de problemas y sufrimiento, muchas veces infantiles. Ninguna niña pensó que le gustaría ser prostituta de grande.
  3. La pornografía es parte de la prostitución y del tráfico de personas. El tráfico de personas da servicio a los burdeles, casas de citas o la calle.
  4. Cuando usted ve pornografía, está contribuyendo a la trata de personas y provocando que niñas sean secuestradas y dedicadas a la prostitución.
  5. La pornografía no es una comunicación erótica saludable. Implica y da los siguientes mensajes:
    • El sexo necesita la dominación de alguien sobre alguien, generalmente del hombre sobre la mujer.
    • En las galerías de pornografía convencionales encontramos temas como violación, humillación, abuso, sadismo, masoquismo, castigo físico, asfixia, llanto, electrocución, rituales diabólicos, sexo con jovencitas o mujeres que dan la apariencia de niñas impúberes. Mayormente son las mujeres la que sufren este trato. No se plantea la sexualidad como lo que realmente es: intercambio con las personas, cortejo, tocamiento, miradas, olor, feromonas, conexión emocional, sentimientos, valores, trascendencia, espiritualidad.
    • En la mayor parte de los casos, la pornografía presenta actos sexuales, pero, por las exigencias de la filmación (los genitales y la penetración es el foco de interés de la pornografía), los actores no se pueden dar caricias, abrazos, tocamientos, besos, risas y el afecto tierno que, en un acto sexual normal, sí se darían..
    • El sexo se basa en la hipocresía. Las prostitutas y prostitutos fingen que estas prácticas sexuales son agradables cuando, en realidad, hay información relevante que informa que no es así.
    • Los hombres solo valen por el sexo, no ellos como personas. Para la pornografía, no cuenta que un hombre sea tierno, fiel, afectuoso, amoroso, gentil, caballero, sacrificado o gracioso. Solo cuenta si tiene un enorme pene permanentemente erecto y lleno de esperma que penetra, destruye o daña el cuerpo y la mente de la mujer.
    • Las mujeres solo valen si es que pueden despertar el deseo sexual. No hay interés en cuán tierna, fiel, afectuosa, amorosa, gentil, dama, hábil, solidaria, graciosa o inteligente sea. Las mujeres reciben de la cultura pornográfica el mensaje que solo son mujeres válidas si tienen enormes senos y nalgas, cinturas estrechas y un cuerpo delgado que no existe en la realidad de la mayor parte de las mujeres, sino solo en la fantasía pornográfica o de la cirugía plástica.
Efectos de la pornografía en los usuarios

La pornografía no solo daña a la gente joven; daña a todos. Así como tenemos cuidado con nuestro cuerpo al comer, evitando venenos o comidas que nos dañen como grasas o azúcares, así también debemos tener mucho cuidado con lo que metemos en nuestra mente. Cuando se ve pornografía, se ingresa toda la información planteada anteriormente. Esto es posible porque somos seres llenos de simbolismos y deseos. Cada vez que nosotros nos exponemos a las noticias, a la TV o a las películas, metemos deseos e historias en nuestra mente que nos afectae influencian más si no somos conscientes de estas.


Por ejemplo, imaginemos que escuchamos la oferta electoral de un político: “Les daré a todos los peruanos, como regalo de fiestas patrias, un aguinaldo de S/3,000. Inmediatamente, nuestra mente se afecta con deseos en relación a la noticia. Entonces, podremos pensar cosas comoeste un demagogo”, “¿de dónde va sacar la plata?”, “solo promete para ganar y luego robar”, “¿qué me compraría con los S/3,000 soles”, entre otras.Nuestra mente ocupa tiempo, espacio y deseo para llenar y terminar la historia o rehacerla, muchas veces como protagonista. Y lo mismo sucede con la pornografía. Por lo tanto, la pornografía afecta a la mente como un poderoso veneno, aún si se ve por poco tiempo o en pequeñas dosis, y convierte a la persona en algo que esencialmente no es. Actualmente, al estar la pornografía tan difundida por la Internet, observamos que la mayor parte de chicos a los 10 años ya ha visto pornografía y que los muchachos de 12 años la consumen de forma regular.

 

La pornografía tiene un efecto adicto y paralizante. El efecto es adictivo porque genera tolerancia (acostumbramiento). Cuando las personas ven un tipo de pornografía suave, ya no le produce excitación. Se aburren de lo que están viendo y desean pornografía más dura y más aberrante, lo cual consume más tiempo y más espacio en su cerebro. El deseo por parejas nuevas y la rapidez de la Internet hace que la pornografía se convierta fácilmente en adictiva por el efecto Coolidge (deseo por parejas nuevas).


Además, la pornografía produce fácilmente adicción, porque el cuerpo humano, especialmente el de los varones, está preparado genéticamente para tener la mayor cantidad posible de relaciones sexuales y asegurar así la reproducción de sus genes. Por ello, es fácil que se puedan volver adictos a la pornografía, a diferencia de las drogas o del alcohol, a los cuales solo un 10% desarrollan adicción.


El buscar la novedad produce un aumento constante del placer al estimular el centro nervioso del placer (área tegemental ventral-ATV) y unaumento constante e irreal de dopamina (el neurotransmisor del placer) y de Delta FosB, que es una proteína clave en todos los procesos adicción y de recompensas naturales. En el caso de la pornografía, las personas, tras un tiempo consumiendo este contenido, ya no obtienen placer con las escenas normales de sexualidad y solo las pueden obtener con una dosis más alta de pornografía. Las consecuencias de ello son la impotencia y el uso de sildenafil en hombres jóvenes.


Como todas las adicciones, la pornografía produce aislamiento social, soberbia, agresión y falsedad. Inclusive, algunos autores piensan que problemas emocionales como el déficit de atención, la ansiedad social, la depresión, la ansiedad por el logro y el trastorno obsesivo compulsivo pueden estar influenciados por la pornografía.


Asimismo, la pornografía daña la autoestima de los hombres porque no tienen el pene grande y permanentemente erecto que presenta la pornografíapor ello, se paralizan y se sienten mal.


También daña la autoestima de la mujer porque le hace pensar que solo ella es válida como mujer si tiene un cuerpo flaco y voluptuoso. También las afecta porque, por complacer a sus parejas, mandan fotos o videos pornográficos que luego son usados para extorsionarlas, venderlos en el mercado o subirlos a las redes sociales. Estas redes, en lugar de censurar al hombre por su maldad, censuran y “putifican” a la mujer por su conducta. Las chicas incurren en suicidio, aislamiento, depresión, baja en la autoestima o fobia social. Además, una muy buena parte de los pedófilos empezaron viendo pornografía suave para terminar con pornografía dura y luego con el abuso infantil.


El feminicidio no es otra cosa que la exacerbación del sometimiento de la mujer planteado ya por la pornografía.


Cuando las personas desean dejar la pornografía-prostitución, se presenta el llamado síndrome de abstinencia. Esto es una serie de síntomas y signos que se producen al dejar la adicción. En el caso de la pornografía, los síntomas son los siguientes:

  • Irritabilidad
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Insomnio 
  • Agitación
  • Hiperactividad
  • Hipersensibilidad
  • Ira
  • Aburrimiento
  • Malestar físico y emocional

Los usuarios son la causa necesaria de la prostitución-pornografía. Cada vez que alguien tiene la demanda de una prostituta, crea la oferta de la prostituta y del proxeneta, y hace que la persona se degrade y se afirme en tal rol de prostituta. Cada vez que un usuario de Internet escoge una opción del menú de la web porno, crea la demanda por la prostitución-pornografía en general y, en específico, por un tipo de pornografía. Por ejemplo, si a los hombres solo les gustaran las mujeres gordas, morenas, de 50 años, entonces existiría una gran demanda del mercado y se buscarían mujeres de ese tipo para actrices porno. Si, en cambio, no existiera demanda por pornografía-prostitución, no existiría oferta y no habría prostitución ni pornografía como sucede en Suecia.


La pornografía genera ira y violencia en las fantasías de las personas. Esa ira y violencia, en muchos casos, no existía previamente, en muchos casos, inicialmente en estas.

Efectos de la pornografía en los actores y actrices


La pornografía no es una posibilidad de la libertad de expresión o la libertad de trabajo para los actores y actrices . Más bien, es la explotación sexual de la mujer y del hombre. Esta actividad se da junto con el tráfico y secuestro de personas, violación, asesinatos, pedofilia y proxenetismo.


La pornografía-prostitución produce enajenamiento en las actrices y actores, cuyo ser multidimensional se ve diseccionado de su totalidad y se convierte en un pedazo de carne y en una performance sexual.


Por cada actriz o actor porno exitoso económicamente (que muchas veces terminan con enfermedades venéreas, adicciones, enfermedades mentales, fracaso económico o la muerte por asesinato del proxeneta o del novio, o suicidio), tenemos cientos de miles de mujeres y de hombres que no logran el estrellato y éxito económico, pero sufren las mismas consecuencias que muchas estrellas porno, como enfermedades, adicciones y muerte.


Muchas no llegan a los 50 años de edad y terminan prostituyéndose en calles y burdeles. La prostitución es la muerte social. A los consumidores, causantes necesarios de la prostitución-pornografía, la sociedad los ve benignamente en muchos casos; sin embargo, a las prostitutas se le mata socialmente y se les aísla del contacto social, cuando son los consumidores los causantes de la prostitución-pornografía. Por ejemplo, ¿usted cree que alguien podría decir con orgullo: “Te presento a mi mamá/hija/pareja/esposa. Ella es prostituta”?. La prostitución es vista socialmente como un estigma, una mancha, un pecado, una falta y una degradación; sin embargo, a escondidas e hipócritamente, como sucede con buena parte de las adicciones, la misma sociedad, a manos mayormente de los hombres, busca, consume y fomenta la pornografía-prostitución.


Cuando las personas dejan la pornografía y desaparece el síndrome de abstinencia, cuentan con un mejor funcionamiento sexual y una mayor productividad, y desaparece la ansiedad y fobia social.


Los jóvenes se pueden demorar unos 5 meses en recuperarse de la adicción a la pornografía, a diferencia de las personas mayores, a las que les puede tomar 2 meses.


Por favor, cada vez que ve pornografía o contrata servicios sexuales, piense en lo siguiente:


¿Desea ser usted el causante del dolor a esas mujeres y personas?


¿Desea usted hacer que ellas se suman en la degradación, en la muerte social, psicológica, espiritual y física?


¿Quiere usted ser un asesino?


Usted tiene el poder para liberar a las personas de esa esclavitud sexual, sacando la pornografía y la prostitución de su vida. De esa forma, se liberará a usted y a los demás.


En este mismo blog, busque la entrada “Las adicciones y los grupos de ayuda”, donde podrá encontrar información que le podrá ayudar si desea dejar la pornografía.